JABONES ARTESANALES VEGETALES


AQUI ENCONTRARAN JABONES VEGETALES Y OTROS PRODUCTOS NATURALES TODOS CREADOS EN FORMA ARTESANAL PENSADOS PARA EL CUIDADO DE LA PIEL, UTILIZANDO AROMAS PROVENIENTES DE LOS ACEITES ESENCIALES, LOS CUALES CAUSAN UN EFECTO DE EQUILIBRIO SOBRE NUESTRA PIEL Y NUESTROS SENTIDOS

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Origen del jabon


Historia del jabón
No se conoce con exactitud  el origen del jabón, pero sin duda se sitúa antes de la era cristiana.
Alrededor del año 3.000 a.C, se encuentra la primera alusión a jabón en una tablilla Sumeria encontrada en Mesopotamia, allí se habla del uso de jabón no para la higiene personal, sino para limpiar y tratar la lana y la piel y se encuentra una receta para hacer jabón con una mezcla de potasa y aceite.
También se cree en esta época surgió en Siria el muy conocido Jabón de Alepo con gran efecto terapéutico que todavía hoy goza de gran prestigio.

Posteriormente, en 1.500 a.C, un papiro egipcio, calificado como "auténtico tratado médico", hace referencia a la utilización de sustancias jabonosas para el lavado de ropa y para el tratamiento de enfermedades de la piel.
Se cree que fueron los romanos quienes convirtieron el jabón en un articulo diario para la higiene y para evitar enfermedades  
La palabra jabón (sapone en italiano), según la leyenda se debe, del nombre del monte Sapo, situado en Roma. Hace siglos y según los rituales, era habitual practicar sacrificios de animales en lo alto de la montaña. A su vez, las mujeres de entonces acudían a la falda de la colina, regadas por las aguas del río Tiber, para lavar allí sus prendas. El río trasladaba hasta esa zona una sustancia formada por cenizas y grasas de animales que asociaron con la espuma y con los beneficios de la misma para lavar la colada. Incluso en la literatura en el siglo VI a.C, Homero narra en La Odisea cómo Naucasía, hija de Feacia, junto con sus sirvientas, pateaba en el agua del río la ropa sucia hasta dejarla completamente limpia. Así, a ese primer método detergente se le llamó “pie de doncella”.
Pero volviendo  a la  historia, hay indicios de que ya en la antigua Babilonia se usaba el jabón, y que también los sumerios y los hebreos lo conocían. Así mismo, los egipcios lo utilizaron tanto para lavar la ropa como para fines medicinales. 


 En el siglo I d.C , el naturalista e historiador romano Plinio, nos habla en sus escritos de un jabón blando conocido por los antiguos pueblos germanos, y otro jabón más duro utilizado por los galos. También en el siglo II d.C., el médico romano Galeno nos facilitó las primeras noticias sobre el empleo del jabón como medio curativo, así como para la fácil eliminación de la suciedad del cuerpo y de los vestidos.
Cleopatra
En el norte de Francia, donde era más difícil producir aceite de oliva, los fabricantes recurrieron a las grasas animales, incluso recurrieron a los aceites de los pescados. Los jabones eran de mala calidad y sólo eran adecuados para el lavado de paños textiles y ropa.
En la Edad Media la gente no se bañaba a menudo. Aunque, había muchos baños públicos. Los nobles y los comerciantes ricos tenían sus propios baños privados con grandes tinas de madera y empleaban abundantemente las barras del jabón. En esta época el bañarse en los baños públicos cayó en desgracia debido a la promiscuidad y las enfermedades, estos eran cerrados porque las autoridades de entonces pensaban que los baños promovían la extensión de la plaga. La gente del Renacimiento no eran muy afectos a conservar el cuerpo limpio y preferían en cambio cubrir los olores con perfumes.

Sin embargo no debemos olvidar que la higiene personal fue y sigue siendo necesaria y sobre todo muy nombrada incluso en la biblia se habla de ello. Desde tiempos antiguos los baños formaban parte esencial de la vida , era casi una especie de ritual teniendo al agua como fuente de pureza, sin embargo, solían mezclarla con diversos aromas (aceites esenciales) provenientes de plantas y flores (rosa, sándalo, jazmín, romero, y la preferida lavanda).
La fórmula más antigua conocida del jabón, data aproximadamente del 2250 a.C., pero fue en el siglo VII y precisamente en la ciudad italiana de Savona (a la cual debe su nombre) donde se empezó a elaborar un jabón a base de aceite de oliva, que también se hacía en España y era conocido como “Jabón de Castilla”. La industria jabonera floreció en las ciudades costeras del Mediterráneo, favorecidas por la abundante presencia del aceite de oliva y la sosa natural, procedente de las cenizas de las algas marinas. En el siglo XV aparece también el conocido “Jabón de Marsella”, preparado con una mezcla de huesos (ricos en potasio) y grasas vegetales. En el siglo XVI el jabón era extremadamente caro, por lo que su uso no estaba muy difundido. Es por ellos que no fue realmente hasta el siglo XIX, cuando se expandió el uso del jabón a lo largo de Europa y el resto del mundo.Durante la primera guerra mundial empezaron a utilizarse sustancias sintéticas debido a la escasez de las grasas, lo que conocemos como detergentes y derivados del petroleo, estos ingredientes son incorporados en los jabones elaborados industrialmente ya que de esa forma abaratan costos, todos estos productos  contienen agentes químicos que pueden resecar nuestra piel y producir alergias, también  en el proceso  de elaboración industrial  a los  jabones se les extrae la glicerina ,un subproducto  natural del proceso de  la fabricación del jabón, la glicerina es un humectante que atrae la humedad a la piel ,extraen la misma para comercializarla  agregada  en otros productos mas rentables como por ej cremas. Por eso hoy en día cada vez mas , mucha gente busca  utilizar jabones artesanales como una opción natural , volviendo a los jabones de épocas pasadas mas sanos y con propiedades terapéuticas de las plantas, de los aceites vegetales  y de los aceites esenciales sin agregados quimicos en su elaboracion y conservando la glicerina propia del proceso, pues una vez probados se siente y se ve la diferencia en la salud y suavidad de nuestra piel.

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